En medio del doloroso fallecimiento de Ana Camila Rojas, operadora de camión de extracción en la Mina de Cobre Radomiro Tomic en Calama, se reaviva la preocupación por la seguridad en el sector minero. Lamentablemente, esta tragedia no es un caso aislado, sino un triste recordatorio de los riesgos que enfrentan diariamente los trabajadores mineros.
Con tres muertes en lo que va del año, una cada mes, es imperativo exigir medidas concretas para garantizar la seguridad y bienestar de los trabajadores. La implementación del Convenio 176 de la OIT, que establece estándares internacionales para seguridad y salud en las minas, es crucial y no puede postergarse más.
La vida de cada trabajador minero es invaluable, y es responsabilidad de empresas, autoridades y sociedad garantizar su integridad. No podemos permitir que tragedias como esta se repitan.
Es hora de actuar con determinación, implementar medidas efectivas y priorizar la seguridad en el sector minero.
Hoy, los mineros de Chile están de luto, atentos al desarrollo de la implementación del Convenio 176 de la OIT.
Enviamos nuestras condolencias a los familiares y seres queridos de Ana Camila.
Su recuerdo permanecerá en nuestra memoria, recordándonos la importancia de velar por la seguridad de todos los trabajadores mineros.